Qué esperar del 2023?

Año nuevo, vida nueva, como dice la canción, pero ojalá fuera así, poder empezar de cero y tener la oportunidad de obtener mejores resultados haciendo cosas diferentes. Pero en el caso de lo que va a ocurrir este 2023 va a estar condicionado con todo el lastre de los últimos años que no han sido para nada buenos, donde hemos vivido una pandemia, una guerra, condiciones extremas del clima por el calentamiento global y una acentuación de la polarización de las diferencias políticas en muchos países.

Empezando con la pandemia, continuaremos con su presencia, especialmente porque no hubo una unidad mundial para su contención y mitigación, que aunque hubo unos lineamientos de la Organización Mundial de la Salud, no todos los países decidieron seguir sus propias estrategias, como en el caso de uno de los más influyentes a nivel mundial, China, que con su política de Covid cero, produjo que no todos los adultos mayores se vacunaran, y ahora al cambiar de rumbo y relajar esta política, se está viendo que los casos se aumentaron de una manera exponencial. Se dice que aunque todavía existe la probabilidad de que aparezca una nueva variante más contagiosa y letal que las otras, se espera que no sea así y que sigamos acostumbrándonos a convivir con el coronavirus y su tratamiento y cuidado sea como el de otra gripa, aunque sea más fuerte, ojalá sea así, aunque el primer semestre va a estar influenciado por la forma en que China maneje su nueva política contra la pandemia.

Venimos de dos años en los que se hablaba de entrar en recesión mundial, económicamente no han sido los mejores, la inflación se disparó, las tasas de interés se han incrementado para combatirla, pero no se ha entrado en ese decrecimiento mundial que se estaba esperando, y ya algunos bancos centrales están dando señales que van a bajar el ritmo de aumento de las tasas. Esto, unido a que el cambio de política de pandemia de China puede incentivar la subida de la demanda, hace probable que no se entre en recesión y que se presente más bien una desaceleración, que en el caso de Colombia significa un crecimiento entre el 2 y el 3%. Que no es lo que se vio en los dos últimos años luego del respectivo rebote del año más crítico de la pandemia, pero está en línea con el promedio del país antes de la misma.

La inflación debe empezar a ceder en algún momento por la política monetaria del banco de la República y el incremento de las tasas de interés, y volvería a niveles de un dígito, entre un 7 y 8%.

El que no se espera que baje es el dólar, que debería mantenerse entre los $4.700 y $5.200, no hay razones para pensar que van a entrar capitales nuevos, este gobierno de izquierda no genera confianza en los inversionistas extranjeros y lo que se puede aspirar es a que se mantenga lo que tenemos ahora.

El desempleo se logró llevar nuevamente a un dígito, y es una de las promesas de este gobierno, de mantenerlo así, y va a ser lo que sea para lograrlo, ya sea vía gasto público, por lo que probablemente durante el 2023 se mantenga en estas condiciones pero difícilmente bajará del 8%.

Por las tasas de interés altas, el crédito se ha encarecido, esto va a afectar el ritmo de aparición de esos emprendimientos tipos unicornio, los inversionistas van a ser más cautelosos en donde poner su dinero y el acceso al capital se va a hacer más complejo. Pero igual es una tendencia que se sigue posicionando, pero las nuevas empresas tendrán que basarse en un modelo de negocio que no presente crecimientos exponenciales, con números más aterrizados y buscando un punto de equilibrio no tan lejano para atraer inversionistas. Las empresas se acostumbraron a generar eficiencias subcontratando servicios, lo que seguirá abriendo oportunidades a nuevos emprendimientos.

Nuevamente va a ser un año retador, para nada fácil, pero que sea bueno o malo, en gran medida también va a ser en lo que cada uno haga, eso si depende de nosotros. Les deseo que este 2023 saquen lo mejor de ustedes para que obtengan los mejores resultados.

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