Los reencauchados

LinkedIn se ha vuelto como un Instagram pero a nivel profesional. En la segunda, la mayoría de fotos que se suben son para mostrar lo especial que su vida social es, los viajes, fiestas, reuniones, etc, todo para mostrar lo perfecto que cada uno lleva su vida (ojalá sea así). En LinkedIn se muestra lo perfecto que la vida profesional es de cada uno, se anuncia con bombos y platillos un nuevo puesto, un ascenso, un título, un logro, en fin, cualquier cosa para mostrarse. Claro está que acá si hay un propósito más definido, esta red es una buena vitrina para que los reclutadores los encuentren, y entre más exposición se tenga, más probabilidades hay que esto ocurra. Pero entonces pareciera que todos viven en una constante búsqueda de mejores oportunidades laborales o profesionales, desafortunadamente es la realidad. Aunque no falta el personaje o la personaje que lo haga solo para alimentar su ego profesional, se ve de todo.

Pero bueno, lo interesante es que todas estas personas que les gusta compartir cada instante de su vida laboral, permite que los demás nos enteremos de cosas que pasan, así no tengamos interés en muchas de ellas. Un fenómeno interesante es el de las personas en cargos de liderazgo que saltan de una empresa a otra sin ninguna fricción, en un momento están en una buena compañía y en otro ya están en otra, a veces mejor. Esto lo hacen en periodos cortos de tiempo, saltan de un lugar a otro durando uno, dos, o máximo tres años en un puesto. Cuando se está empezando una carrera laboral esto es «normal», ya que es donde se quiere tener un crecimiento más rápido. Pero los casos que estoy describiendo es ya con personas que han alcanzado una madurez laboral, que llevan varios años en el mercado y han logrado ascender a posiciones importantes. Se pensaría que al ser posiciones de un acceso más restringido por la cantidad de las mismas, no sería tan fácil conseguir una de ellas. Pero hay personas, que no se cómo hacen, las obtienen y las vuelven a obtener haciéndolo ver muy sencillo. Lo otro increíble, es que son personas que en algunos casos, no han tenido un desempeño «aceptable» en las compañías donde han estado, y al moverse en sectores que son relativamente pequeños, este performance se vuelve casi vox populi, es como un chisme de pasillo. Acá es donde no se explica cómo lo hacen, cómo teniendo una imagen no tan buena dentro del mercado, pueden cambiar de cargo de una manera tan sencilla como lo hacen, o al menos eso es lo que muestran. Al tener ciertas referencias sobre ellos, tienen en común que se saben vender muy bien, que cada debilidad la convierten en oportunidad, y que le dicen que sí a todo, se comprometen a cumplir cualquier meta que les pongan, así no tengan ni idea de cómo hacerlo. Tal vez por esto es que no les va tan bien, porque difícilmente cumplen estos objetivos y en un plazo no muy largo terminan saliendo de esa empresa que los contrató. Lo peor es que cuando salen, vuelven y entran sin ningún problema en otra, en un cargo similar y vuelven a repetir la historia. No aprenden, ni estos personajes, ni las empresas que los contratan.

Reinventarse es una cosa, es tratar de cambiar y hacer las cosas diferentes, reencaucharse es otra, es hacer más de lo mismo, por eso es que se obtienen resultados similares, pocas veces mejores. En cualquiera de los casos, se debería mostrar lo que realmente se es. No intentar proyectar una imagen que ayuda a vender pero que no es coherente con los resultados que se obtienen.

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