Más vale aparentar que ser

Vivimos en un mundo plagado de etiquetas, en donde cada vez se impone más el esfuerzo de verse individualizado que ser reconocido como miembro de un grupo que busca ideales comunes. Y es como una necesidad de verse diferente, así no se sienta identificado con lo que se está mostrando hacia afuera, lo importante es llamar la atención. Y esto se ve en todas partes, hoy por ejemplo, nuestro honorable presidente habló ante la plenaria de las naciones unidas, con un discurso muy en línea con lo que ha tratado de vender desde que es candidato, un mensaje que polariza en vez de unir, donde atiza aún más la diferencia de clases y el conflicto entre ricos y pobres, esta vez etiquetándolos como los países del norte y los del sur, pero que al final es lo mismo, que gran cantidad de los problemas de los del sur son debido a los despiadados del norte. Y nos mostró como un país unido, fuerte y resiliente que pretende salir adelante a pesar de la falta de solidaridad de los del norte. Que alejada de la realidad estuvo esta presentación, que aunque expuso algunas cosas que son ciertas, no plasmó la radiografía de un país atomizado por un conflicto y dificultades internas y no por culpa de otros como lo quiso tratar de ver.

Pero bueno, al ser el nuevo de la oficina, se tenía que mostrar como un gran líder, estadista y progresista, una imagen que es la que quiere proyectar pero que más de la mitad del país no tiene de él.

Y es un juego generalizado, ya casi una regla establecida, en las empresas, en los negocios y en muchos espacios sociales, se procura vender una imagen que sea la que tenga más probabilidades de tener éxito. Es como estar actuando todo el tiempo, claramente no todos son tan buenos con esta habilidad, por eso es que unos se pueden vender mejor que otros y por consecuente tienen más opciones de tener mejores resultados en términos de crecimiento profesional dentro de una empresa. Claramente a los que mejor les va son los que consiguen una mejor congruencia entre lo que son y entre lo que muestran, no hay que actuar, con ser auténtico basta.

Desafortunadamente todo el entorno en donde nos movemos presiona hacia esta tendencia, crea modelos que en teoría son los que se deben seguir para ser exitosos y en esta carrera por alcanzarlo, se trata de parecerse al máximo a este modelo. Socialmente se impone ahora el individualismo, donde todos queremos ser diferentes al otro, afortunadamente me parece que esto ha ayudado a fomentar el emprendimiento, porque ya muchas personas quieren tener su propia empresa, no pertenecer a otra con reglas y procedimientos establecidos sino llevar su propia visión a su ritmo. Ya está la voluntad, ahora falta la preparación y la constancia para que esta tendencia emprendedora se vuelva exitosa. En cuanto a las empresas, el modelo a seguir es el de la competitividad interna, donde todos quieren sobresalir para poder crecer y desarrollarse dentro de la compañía, no importa lo que haya que hacer, lo importante es venderse de la mejor manera, mostrarse e imponerse sobre los demás. El estatus pesa bastante, qué cargo tiene, qué beneficios, tiene carro asignado? Viaja frecuentemente? Sale a cenar a buenos restaurantes en reuniones de trabajo?

Ojalá empezáramos a promover otro tipo de tendencia, la del autoconocimiento y transparencia, saber quiénes somos y poder tener la seguridad de poderlo proyectar sin miedo a qué van a pensar los demás porque simplemente nos van a aceptar, sin juzgarnos ni ponernos etiquetas. Pero realmente parece que eso es pedir demasiado.

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